La princesa del hielo.

Diga, si es tan amable ¿Cómo se encuentra la princesa?

Acaso cambiante, voluble ante la voluntad divina.

Acaso las flores que acoge le perfuman y alaban mientras el sol se aleja de su cielo.

¿Acaso se encuentra inquieta?

Agitada en su alcoba, a la espera de la verdad?

Atenta a los mínimos detalles?

¿Cómo se encuentra ahora su figura, qué refleja su semblante pálido y que dice hoy su eterna belleza?

Te pregunto fiel caballero, ruego que me contestes, pues se me ha prohibido verla. 

El elixir que es su belleza está prohibido ante mis ojos y la paz de su figura censurada a mis emociones.

Su voz... Su voz aún la oigo, llamando tranquila mi nombre sutil.

Su tacto...Su tacto aún lo conservo, acariciando mis heridas.

Sus ojos...sus ojos aún los veo, pasando tranquilos, su inmensurable inmensidad.

Hoyos negros del tiempo. Trincheras del espacio y negrura sin par...infinita.

¿De qué ocupo las virtudes dadas sin doncella que salvar?

¿De qué ocupo las miradas si ella no estará?

Su voz aún la oigo sutil.

Sutilmente llamando mi nombre.

Un beso que nunca tuvo fin.