Tiempo

Es curioso que las horas no me calmen, después de tantas horas.
Curioso como los segundos no se hayan vuelto sordos, después de tantos segundos.
Es difícil encontrarle comprensión al asunto, cuando los minutos después de ser minutos no se diluyan hacia la invisibilidad.
Y el tiempo no sirve ni de cura ni de plaga. No es ni bendito ni es un arma. El alma alma se queda, a la soledad, las horas se le otorgan, a la belleza de la tarde lluviosa, los segundos se le entregan.
El tiempo se deshace y se hace, gustoso de los resultados excéntricos y sin sentido de su existencia inparalela.

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